Vuelta a Houston

Por lo general, cada vez que vuelo, me gusta pasar por Madrid. Es una ciudad en la que viví y sobre la que escribí en "No eres tú, soy yo..." que me encanta. Cada vez que llego de fuera y paso ahí unos días, ya siento como que hubiera llegado a casa.

En este caso, de camino a Houston, me encontré con Guillermo, mi amigo de Honduras con el que viví gran parte de esos meses en Madrid y no veía desde hacía poco más de un año. Me alegró volver a vernos y ver que nada había cambiado, que aunque él viviera en Japón, Holanda o dónde su trabajo lo mandara, ambos seguíamos teniendo esa buena sintonía, esas ganas a vivir y esa inmensa pasión por viajar y conocer mundo.

"¡Qué grande eres Guillerminho!"

Una vez en Houston, me tocó ponerme al día. Como me habían cambiado de apartamento y tuve que dejar cajas con mis cosas en casa de varios amigos, volvía a estar sin tener más que la ropa que traía de casa en una maleta. Al cabo de dos a tres semanas parece que todo se fue poniendo en su sitio.

Con las clases, mucho trabajo al principio y ahora ya sigo a velocidad de crucero, tratando de mantener el mismo de nivel de trabajo durante la semana para poder descansar algo más durante el fin de semana. En estos dos meses ya voy como 6 exámenes, dos presentaciones, trabajos y tropecientas páginas leídas. Muy agradecido con mis profesores por lo bien que entendieron la situación y todas las facilidades que me dieron para volver a ponerme al día.

De camino al gimnasio de la uni

Este año también formo parte de BESO (Bilingual Education Student Organization) como vicepresidente. En la organización nos encargamos de dar a conocer diferentes asuntos sobre el conocimiento de otras culturas, educación en general y educación bilingüe en particular. También tenemos previsto recaudación de fondos para una asociación, recogida de ropa y/o cualquier cosa que pueda ayudar a familias más necesitadas y servicio social en colegios que necesiten lectores de español.
 
En cuanto al fútbol, este semestre estoy encantadísimo. Desde un principio, los entrenamientos tuvieron mucha más seriedad y disciplina, totalmente necesaria desde mi punto de vista para que las cosas salgan bien y haya unas mínimas aspiraciones de hacer un buen papel. Además de los jugadores que teníamos el año pasado, este año vinieron unos cuantos nuevos que sumaron al equipo. Este año tengo el gusto de ser el capitán, con nuevos uniformes, siendo el veterano del equipo y con la misma ilusión de siempre. Me siento afortunado por poder jugar, disfrutar y sufrir con mucha de la gente que aquí considero mis amigos. Sin duda, es lo que hace de mi estancia aquí algo más especial si cabe.

Fuera de lo que tiene que ver con la universidad, abrí otro blog que se llama Mejora Constante, basado en el principio del Kaizen y en el que traduzco artículos que considero interesantes del inglés al español. En él trato sobre los temas que me apasionan y sobre los que leo de motivación, éxito, autoayuda y desarrollo personal/profesional. Tiene un doble fin, por un lado, que se beneficie todo el que lo lea que esté interesado en este tipo de temas y, por otro, como manera para seguir aprendiendo (mejorando constantemente...).

También estuve con mis otros dos canarionazos (galdenses) viendo a J Balvin y Becky G. en directo, donde lo pasamos de lujo. Concierto más que disfrutado por todos. Y anoche, víspera de Halloween fui con Ady al partido de los Houston Rockets contra los Golden State Warriors. No solo nos fuimos contento por ver al Stephen Curry (MVP) sino que lo vimos a 15 metros, gracias a la viveza del ser canario, un ser maravilloso. Terminamos la noche en una fiesta de disfraces.

Por último, y como siempre hablo que lo más importante de mis vivencias es la gente que uno se encuentra en el camino, fue haberme encontrado en el campus de la universidad a Lah. Amigo con el que trabajé en el campamento de Nueva York durante el verano de 2014 y que la hermana de la novia comienza a estudiar en mi misma universidad. ¡Menuda alegría!