Las posibilidades se multiplican

Varias cosas han pasado desde mi último post madrileño. La más importante, que ya hace tres semanas tengo piso. Lo más peligroso, la zona en la que está, y no por el barrio ni mucho menos sino por la cantidad de sitios de comida basura que tan poco me gustan, nótese la ironía. 

Por otro lado, en el campamento cayó una nevada brutal, como 7 horas nevando y con los niños bajo la nieve. Tremendo. Muchas veces siento que yo incluso lo paso mejor que ellos. Si es que en el fondo, y no tan en el fondo, sigo siendo un niño chico…  

Estas semanas he aprendido de caballos, a hacer perfume, galletas, colonia, saquitos perfumados, piruletas y también a hacer mermelada. ¡Bien de cosas nuevas!  

Por último, hace dos semanas ya que puse varios anuncios de masaje por internet. Para el que no lo sepa, antes de empezar la carrera hice un curso de quiromasaje y desde entonces, aparte de haber trabajado en la clínica, siempre he solido dar alguno que otro a domicilio. Como sabía que iba a tener días libres aquí, decidí traer la camilla de casa para ver si salía algo y así ahorrar un poco de dinero para verano. Por lo que veo, la demanda es mucho más superior aquí que en casa, y es que vivir en una capital europea, por mucha crisis de la que hablan, las posibilidades se multiplican.